La Laguna
La fertilidad de sus suelos, su abundancia de agua y sobre todo la lejanía de la costa, que les protegía de ataques de los piratas, hicieron que Aguere fuera designada por los conquistadores como la primera capital. San Cristóbal de La Laguna, era un lugar de peregrinación para los Guanches, pues en la antigüedad fue una gran Lago de agua.
El primer asentamiento se hizo alrededor de la iglesia de la Concepción, lo que se conoció en un primer instante como Villa Arriba, y que más tarde se desarrolló hacia el sur, Villa Abajo. Una de las curiosidades es que fue la única ciudad donde se desarrollo un plan urbanístico para su construcción, hoy en día podemos observar que la mayoría de las calles de San Cristóbal de La Laguna, están perfectamente alineadas en cuadrículas.
La Laguna fue la cuna del renacimiento y sobre todo en el siglo posterior de la Ilustración en Canarias. El descubrimiento de América resto interés a los colonos que preferían emigrar a América en lugar que a Canarias, por eso se les tuvo que ofrecer incentivos en forma de tierras. Los colonos fueron gallegos, andaluces y, sobre todo, portugueses, que eran expertos en el cultivo de la caña de azúcar, primer monocultivo de las islas Canarias, puesto que ya se había implantado en Madeira.
Parroquia de Santo Domingo de Guzmán en La Laguna, Tenerife.
La Laguna en este siglo aglutinaba la mayor parte de la población de la isla. Poco a poco La Laguna va perdiendo importancia económica respecto a Santa Cruz, debido al desarrollo del Puerto de Santa Cruz, tras la erupción que destruye el puerto de Garachico. A pesar de ello, La Laguna continua siendo la capital intelectual de Canarias, albergando la Universidad, que primero comenzó llamándose San Fernando, en honor al rey, para más adelante ser llamada Universidad de La Laguna. Debido a su extensa tradición católica, La Laguna es también la sede del Obispado de Tenerife. En 1999 el casco histórico de San Cristóbal de La Laguna fue declarado Bien de Interés Cultural.